Primero empecemos por definir qué es la valía: la valía es la valoración positiva o negativa que la persona tiene de sí misma, incluyendo las emociones asociadas con esta valoración y las actitudes respecto a sí mismo Todo esto se forma en la infancia, a través de lo que nos dijeron que éramos, de las percepciones y sensaciones que tuvimos con respecto a nosotros mismos a raíz de las interacciones que tuvimos con otros. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
La sensación de valía está muy relacionada con la autoestima, pues hace parte del autoconcepto. Si se tiene baja autoestima se tiende a tener una sensación de poca valía. A veces solemos sentirnos valerosos cuando logramos lo que nos proponemos, pero cuando cometemos errores sentimos que perdemos valor. Esto también está mediado por la cultura, pues ésta tiene estándares para definir quién tiene valor y quien no. Por ejemplo, la cultura occidental pone el valor personal en la obtención de bienes materiales y la consecución de logros, como tener un auto, tener casa propia o tener una posición económica buena. En cambio, para los budistas no depender de nada material los hace ser valiosos. Aquí vemos cómo la cultura, de alguna manera, sí marca ciertos patrones de comportamientos y creencias alrededor de lo que es el valor personal. Por esta razón el concepto de valía cambia dependiendo del contexto. Lo más importante es sabernos valiosos y sentirnos como tal. Aunque la cultura dicte algunas reglas (superficiales) tu valía no se modifica porque te vaya bien o mal en algo, ahí entran a jugar otros aspectos de la personalidad, de la satisfacción personal, de los intereses particulares, de las estrategias que utilizamos para lograr nuestros objetivos en la vida. Valemos aunque tengamos o no cosas materiales, hagamos o no hagamos, valemos por el solo hecho de ser seres humanos. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
Sería interesante si te preguntaras qué crees que hace valiosas a las personas? Dónde buscas pruebas de valía personal? Cuáles son esos criterios para buscar esa valía? Aunque hayas tenido una infancia donde te hicieron creer que no eras importante y que no valías, siempre podrás aprender a sentirte merecedor de aquello que te gusta, de aquello que te llena, del afecto, de un buen trato, de un bienestar emocional, entre algunos aspectos. Lo primero que debes hacer para trabajar el tema de la valía es identificar qué sientes, cómo te sientes, cómo te percibes. El segundo paso es reconocer que todos nacemos con una valía suceda lo que suceda en tu vida, la valía no aumenta ni disminuye, nadie vale más o menos que nadie. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
El tercer paso es reconocer tu propia experiencia interior, recordar las veces cuando te has sentido valioso, admirado, reconocido, aceptado, aunque hayan sido momentos de corta duración. No importa, lo fundamental es reconocer esos momentos en que te has sentido valioso y saberte digno de esa sensación y tomarte el tiempo para recrearte ahí. También, otra forma de afrontar la valía es tener compasión contigo mismo, tratarte bien, cuidarte, permitirte que todas tus necesidades básicas y las necesidades emocionales sean satisfechas. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
Todos están tratando de vivir con los recursos internos que tienen, tratando de no sufrir, de adaptarse, de vivir lo mejor posible. Cada vez que cometes un error tiendes a castigarte, por eso, es importante aprender a perdonarte, dejar pasar tus fracasos porque de alguna forma la vida se encarga de dejarte una lección. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
Otra manera para fortalecer el concepto de valía es no dejar que la crítica interna tenga poder sobre ti. Es importante aprender a callarla, ella siempre va a estar ahí contigo, pero deberás aprender a confrontarla y a convencerte de que ella no tiene la razón, ella habla desde los miedos, desde la carencia, es irracional, por eso hay que aterrizarla y manejarla las veces que sea necesario y siempre que aparezca tener el argumento racional para quitarle fuerza. Tú vales por el solo hecho de existir. (Autoestima Evaluación y Mejora, 1991)
Te regalo el siguiente ejercicio que puedes realizar cuando te sientas que tu valía ha disminuido. Para esto saca unos minutos durante el día o antes de irte a dormir, hazlo por unas semanas. Siéntate o acuéstate en un lugar donde puedas estar tranquilo, sin ruido y sin interrupciones. Cierra los ojos, toma aire lentamente. Vas a pensar o decir en voz alta, como lo prefieras, las siguientes frases:
Soy un ser humano totalmente valioso.
Me amo completamente.
Me acepto tal como soy.
Valgo porque existo e intento sobrevivir.
Mi valía no depende lo que tengo, ni de mis logros.
Cuido de mí, de mi bienestar físico y emocional.
Me tomo en cuenta dándome el primer lugar.
Mis necesidades son valiosas.
Puedo elegir lo que necesito y quiero sin tener que justificarme ante nadie.
Realizo elecciones y me hago responsable de los resultados.
Acepto mis errores sin culpa, ni juicios.
Estoy abierto a aprender y a mejorar.
Adaptado de AUTOESTIMA EVALUACIÓN Y MEJORA, Matthew McKay, Patrick Fanning, 1991, Barcelona
eres la mejor